Todo gran vino tiene una apasionante historia, como la de Brandy Gran Duque de Alba, que comenzó en 1945, cuando un agente de las Bodegas Williams & Humbert, a quien unía una gran amistad con Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII Duque de Alba, le preguntó si podía nombrar a uno de sus más finos destilados de vino con su nombre. Tras probarlo, el aristócrata quedó impresionado y sugirió ponerle el nombre de su ascendente el Gran Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, un importante personaje histórico.