La Denominación de Origen Calificada de los vinos de Rueda nos sorprendió con una experiencia sensorial que rompió por completo el molde de las catas tradicionales. Lejos de las copas alineadas sobre manteles blancos en un salón cerrado, los vinos blancos de Rueda nos demostraron que son perfectos para maridar con platos mexicanos en una comida campestre o un picnic en el bosque.
En un pequeño rincón de Morelos se encuentra La Jicotera, un restaurante al aire libre en donde el maridaje no solo se vive en el paladar, sino también en la nariz, los pulmones y la piel. Rodeados por encinos y ocotes, descubrimos cómo los aromas del bosque pueden convertirse en aliados naturales de los vinos blancos de Rueda, frescos, expresivos y cargados de fruta.

El bosque como sala de cata
La experiencia inició con una caminata sensorial. A cada paso, el entorno nos regalaba notas de humedad, resina, madera, tierra mojada, flores silvestres… y frutos rojos. Porque sí, las frambuesas, los blueberries y los capulines, que tantas veces se mencionan en las notas de cata, aquí no solo se imaginan: crecen a la sombra de árboles de nogal y ocotes alimentados por la niebla y el silencio.
Fue un ejercicio que invitó a todos —desde sommeliers hasta curiosos del vino— a afinar el olfato y conectar con la materia prima del entorno. Porque antes de aprender a catar un vino, hay que aprender a oler el mundo.
Cocina al fuego y maridajes con identidad
Después de estimular el sentido del olfato, tocó rendirse al gusto. La cocina de La Jicotera es un homenaje a la tierra morelense: leña, barro, humo y sazón tradicional. Aquí los maridajes no se piensan en papel, se sienten en boca.
Las quesadillas de hongos de temporada, el suadero con nogales, las enchiladas con pollo y queso artesanal, el agua fresca de jamaica con hoja santa y el clásico café de olla con canela nos conectaron con los sabores profundos del centro del país. Todo preparado a fuego lento, en hornos rústicos, sin prisas.
Con estos platos, los vinos de Rueda —especialmente los verdejos jóvenes y los fermentados en barrica— brillaron en su máximo esplendor: acidez vibrante, notas frutales y una estructura capaz de abrazar desde el picor del chile hasta la untuosidad del queso.

Un destino que sorprende, a minutos de la ciudad
Para quienes vivimos en la Ciudad de México, encontrar un lugar que combine frescura, tranquilidad y buena comida puede parecer un lujo inalcanzable. Pero La Jicotera está apenas a unos minutos de Tres Marías, en la carretera libre México-Cuernavaca. Sí, ese lugar famoso por sus quesadillas y tacos de barbacoa. Solo que aquí, la experiencia es más profunda, más íntima, más sensorial.
Visitamos en mayo, cuando la capital ya coquetea con los 30 °C. Pero en este oasis boscoso, la temperatura puede bajar hasta cinco grados gracias a la sombra generosa de los árboles. No exageramos si decimos que se siente un fresquito delicioso, perfecto para respirar, relajarte y olvidarte por un rato del concreto.
Para todos los sentidos y todas las ocasiones
Este es el tipo de lugar que se disfruta con calma. Puede ser una escapada romántica, un almuerzo familiar o la excusa perfecta para celebrar un cumpleaños diferente. Hay algo mágico en comer rodeado de árboles, con el crepitar del fuego como banda sonora y una copa de vino blanco en la mano.
Además, es ideal para profesionales del vino y la gastronomía que quieran entrenar el olfato fuera del aula, en un laboratorio vivo, natural y lleno de estímulos.
Si estás buscando una forma distinta de acercarte al vino, esta experiencia es para ti. La DO Rueda no solo nos presentó sus vinos; nos regaló una lección: que la mejor manera de entender un producto es conectar con su entorno, y que los aromas del bosque pueden enseñarnos más que cualquier manual de cata.
Ya lo sabes: si quieres comer delicioso, respirar aire puro y vivir el vino desde otro lugar.
La Jicotera se ubica sobre la carretera Federal México-Cuernavaca KM 55 en el Fraccionamiento Monte Verde, Tres Marías, Huitzilac, Morelos.
Su horario es de viernes a domingo de 09:00 a 17:30 horas. Se recomienda reservar previamente en su página web o al teléfono 7776500164.
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Instagram: @la_jicotera_restaurante


