En Nayarit sí hay vino: Meseta del Cielo, la nueva joya del vino mexicano

Cuando pensamos en Nayarit, solemos pensar en las olas de Sayulita o las arenas doradas de Guayabitos. Sin embargo, tierra adentro, entre montañas y a casi 2,000 metros sobre el nivel del mar, crece un nuevo capítulo en la historia del vino mexicano: Meseta del Cielo, el primer viñedo de Nayarit.

Un proyecto nacido de la amistad y la altura

Aprendió el oficio fermentando bebidas a partir de frutas de la región, pero en 2019 Gilberto Gangoiti y un grupo de amigos se unieron para hacer realidad un sueño de altura: Crear un viñedo en una zona donde nadie lo había intentado. Fue así que Gilberto cultivó las primeras variedades para vino en la meseta de Juanacatlán, muy cerca de Jala, Pueblo Mágico. El viñedo está a la sombra del volcán Ceboruco, un volcán activo que durante décadas a bañado de cenizas y minerales los suelos francoarenosos de las colinas nayaritas, que al paso de los años han demostrado ser perfectas para el cultivo de la vid.

Aunque al inicio se ensayaron distintas variedades, fueron Syrah y Macabeo las que mejor se adaptaron. El objetivo ahora es ampliar la gama con Malbec y Merlot, siempre respetando el carácter que les da la altura y el clima serrano.


El terroir volcánico de la Meseta del Cielo


El terroir de Meseta del Cielo es único en México:

  • Altura: 1,980 metros sobre el nivel del mar.
  • Suelos: francoarenosos con aporte de ceniza volcánica, excelente drenaje.
  • Clima: inviernos fríos que favorecen el ciclo vegetativo y veranos lluviosos que retan al viticultor.
  • Influencia oceánica: la brisa del Pacífico aporta humedad y frescura poco comunes en viñedos del interior del país.

Este equilibrio entre altura y proximidad al mar genera vinos con frescura, buena acidez y gran expresividad aromática.


Premios que hablan por sí mismos

En apenas unos años, Meseta del Cielo ya presume reconocimientos importantes:

  • Medalla de plata y 89 puntos en el Top 99 Vinos Mexicanos (2022 y 2023) con su Syrah de 12 meses en barrica.

Este logro es doblemente significativo considerando que la producción actual es pequeña y se realiza lejos de los grandes centros de vinificación del país.


Más que vino: una experiencia de enoturismo

El plan de Meseta del Cielo va mucho más allá de la producción vinícola. Entre sus metas se incluyen:

  • Bodega y cava subterránea en Jala.
  • Hospedaje en sitio para vivir la experiencia completa del viñedo.
  • Ruta de enoturismo que combine vino, gastronomía local y paisajes volcánicos.

Gilberto y su equipo apuestan por convertir la región en un nuevo destino vinícola mexicano, donde cada visitante pueda caminar entre viñedos, catar junto a las barricas y disfrutar del aire fresco de montaña.


Cómo probar estos vinos

Por ahora, la producción se vende principalmente:

  • En el viñedo.
  • En algunos puntos selectos de Nayarit (Jala y Tepic).
  • A través de pedidos directos vía Instagram: @viñedomesetadelcielo.

Pronto estará disponible una tienda en línea con envíos nacionales, lo que permitirá que más amantes del vino descubran esta joya nayarita.


Un brindis por la visión y la perseverancia

Meseta del Cielo es un ejemplo claro de cómo la pasión y el trabajo colectivo pueden dar frutos —y vinos— extraordinarios. Entre volcanes, altura y brisas oceánicas, este viñedo está poniendo a Nayarit en el mapa del vino mexicano.

Cada copa cuenta una historia de amistad, resiliencia y amor por la tierra. Y como todo buen vino, este proyecto se disfruta mejor despacio, apreciando cada detalle de su origen.