La ciudad de Jerez de la Frontera, en España, resguarda una de las joyas de la historia del vino en Europa, que en conjunto, contando todas sus instalaciones, rebasa los 180,000 metros cuadrados. Se trata de Bodegas Williams & Humbert, un estandarte icónico de la región con 146 años de historia produciendo jerez, brandy y destilados de gran calidad.

Según cuenta el Diario de Jerez: “La historia comenzó con un hombre: Alexander Williams, un inglés nacido en Londres (Bermondsay) en 1842. En el último cuarto del siglo XIX, Alexander aparece en Jerez como un oficinista insatisfecho que trabajaba para Wisdom & Warter. Pero maravillaba por su talento, empuje y carácter. Trabajó incesantemente durante algunos años, aprendiendo el negocio a fondo. Fue entonces cuando conoce a una jerezana de origen inglés, Amy Humbert. Se enamoraron y casaron. Al paso de los años, Alexander Williams y su socio Edward Engelbach alquilaron una pequeña nave de una bodega y compraron una buena solera de un fino amontillado, fresco y delicado, que exportaron por vez primera a Inglaterra el 23 de junio de 1878. Su suegro, Charles Francis Humbert, aportó al capital de la sociedad la cantidad de 1.000 libras, una enorme fortuna para aquellos días, pero le puso una condición: que su hijo Arthur Humbert, que estaba aprendiendo con fruición lo referente al comercio del jerez entrase a formar parte de la sociedad. En 1887, Engelbach se retiró para dedicarse por entero al teatro. Así nació Williams & Humbert.” 

Desde entonces, los brandys y destilados de Williams & Humbert se conservan en botas de roble de la más alta calidad (soleras). Estos forman la base del actual desarrollo y crianza de cada uno de los vinos y brandies de las bodega.

El tradicional logotipo que muestra a una mujer vestida a la moda inglesa del XIX, sosteniendo una bandeja plateada con una licorera con vino de Jerez y varias copas de cristal es obra del pintor inglés William Powell Frith, una pintura titulada “Sherry, Sir?” de 1853, en la que inmortalizó a su criada de aquel tiempo, de nombre Matilda Pudfield. En 1939, la casa bodeguera Williams & Humbert adquiriría la pieza original, actualmente conservada en la sala de junta en Jerez.

Desde la década de los noventas, Bodegas Williams & Humbert es propiedad de la familia Medina, una dinastía de empresarios españoles de gran abolengo en el mundo del vino y comercializa sus productos en más de 80 países y está desarrollando un ambicioso programa de diversificación en el sector agroalimentario de alta calidad. A través de IDI Distribuciones en México distribuye sus productos en todo el territorio nacional, entre los cuales destacan los Vinos de Jerez Dry Sack y el brandy Gran Duque de Alba.

Bodegas Williams & Humbert cuenta con la colección de añada más antigua y completa del Marco de Jerez, una labor pionera que arranca en 1920 y que ahora continúa Paola Medina, cuyo atrevimiento con las primeras añadas de crianza biológica la llevó a ser reconocida por la revista Decanter como una de las diez mejores enólogas de España.

Sus instalaciones vinícolas son un atractivo turístico que cada año atrae a miles de visitantes de todo el mundo. Dentro de ella, se resguardan 60.000 botas, con una media de 500 litros , un total de 30 millones de litros de existencias entre vino, brandy, ron y jerez. Sus jardines, sus espectáculos ecuestres, sus viñas históricas, su museo y las botas privadas de Churchill y los Beatles son algunos de los atractivos que atraen a amantes de los Buenos Vinos de todos los continentes.

Entre sus proyectos más innovadores figuran Crema de Alba, la única en el mundo elaborada con brandy solera gran reserva; el ron Dos Maderas, ron con un doble proceso de crianza (El Caribe y Jerez), fusión de dos culturas; o la gama de ginebras Cubical.

Williams & Humbert simboliza la fuerza de una familia perfectamente cohesionada y profesionalizada. La gran tenacidad con la que se abordan todos los proyectos, la vitalidad creativa y el espíritu innovador, siempre enlazados a los valores más importantes de la tradición, son la actitud de la compañía para llevar a cabo su plan estratégico.

Mediante estaciones climáticas instaladas en el viñedo, Williams & Humbert aporta datos de la climatología de nuestros pagos que se suman a los datos de otras estaciones disponibles en la provincia de Cádiz.

Además, Williams & Humbert utiliza el vuelo de drones, para el estudio del suelo, la planta y el rendimiento de la viña. Toda esta acumulación y recopilación de datos permite estudiar la evolución del viñedo con el objetivo de ir mejorando en las futuras campañas.