Hace 16 años Sandra Fernández comenzó a sembrar su carrera en el medio vitivinícola, un suelo que en ese entonces era poco fértil para las mujeres mexicanas. Su espíritu competitivo la llevó al Valle de Napa en California, donde aprendió de los mejores y en trabajó al más alto nivel.
Como en todas las profesiones, hay que mantenerse en movimiento y trabajar muy duro antes de cosechar los frutos. Al paso de los años, Sandra se ha ganado el reconocimiento de la industria como una de las poca mujeres Sommeliers y maestras tequileras, en la actualidad, usa su prestigio para promover en el extranjero los productos mexicanos.
Sandra, cuéntame un poco de tu historia…
Hace 16 años, cuando viví en Napa comencé adentrarme en el mundo del vino. Yo creo que la industria del alcohol ha estado posicionada en un tema masculino, sin embargo puedo decirte que cada vez más mujeres se están iniciando en este tema. Yo desde hace 16 años inicié cuando éramos muyo pocas personas mujeres en México. Te puedo decir que en esa época éramos 5 mujeres hace 16 años dedicándonos al tema del vino en todo el país.
¿Por qué tan hay pocas mujeres sommeliers en el mundo?
Hoy afortunadamente hay más y hay una posibilidad de desarrollo profesional entre mujeres y hombres; y yo creo que aquí la razón de eso, quitarnos un poco el estigma de que es una profesión para hombres por ser tema de alcohol; tanto hombres como mujeres tenemos la capacidad de manejarlo y entenderlo.
Hay un incremento en el consumo del vino mexicano, se estima que el consumo per cápita anual es de 750 ml. ¿Qué me puedes decir al respecto?
Las cifras han incrementado de una manera importante, si bien todavía la cifra per cápita es baja comparada con otros países, te comento que si tomamos en cuenta la cantidad de población, la gente que no puede beber por temas de edad y la que no la hace por poder adquisitivo, el porcentaje real de la población que bebe vino es mucho mayor y a niveles de cualquier país productor.
¿A qué obedece este repentino interés por el vino en general, y en particular por la industria mexicana que sigue creciendo mucho?
Yo creo que es un tema coyuntural, son muchas cosas, primero que México empezó a tener una mayor inversión en sus viñedos y en las bodegas, pero también porque el mexicano comenzó a darse cuenta que el vino mexicano también vale la pena, tiene calidad y empezó a privilegiarlo sobre otras regiones y países cuando se dio cuenta que estábamos haciendo los mejores. Las cifras que tu mencionas son importantes porque hoy, por ejemplo, de cada 100 botellas de vino que se beben, 33 son de vinos mexicanos. Eso quiere decir que México ya está posicionado.
En México es el tercer producto más vendido, después de España y Chile. Todo lo que está produciendo México, se está bebiendo en México; entonces, el mexicano cada vez mas está privilegiando el vino porque también cada vez es más accesible, el consumidor conoce más, eso ha sido parte importante del desarrollo; y las bodegas cada vez están haciendo mejores productos. Todo eso ha ayudado a la industria vitivinícola, lo que ha permeado un conocimiento de bebida y cultura en nuestra población.
¿Un buen vino tiene que ser necesariamente caro?
No, definitivamente no. Tienes que poner en escala la producción de México contra la producción de otros países. México no tiene economía de escala en tema vitivinícola, eso quiere decir que, la cantidad de hectáreas vitivinícolas que tiene el país, no superan las 4,800 en el país completo.
imagínate, una sola bodega chilena puede tener 40,000 hectáreas, imagínate la dimensión; te hablo de una sola bodega en Chile contra un país completo. Entonces, al no haber economías de escalas, el producir vino en México es muy caro porque hay pocas hectáreas; el producir vino implica insumos de importación, hasta el vidrio, el papel de las etiquetas, el corcho, las barricas, los tanques de fermentación donde haces el vino.
Todas las herramientas e instrumentos que necesitas para fabricar una botella de vino son importados. Ahora, con la devaluación, imagínate de qué precios estamos hablando, si a eso le sumas que no puedes en tu economía de escalas permitirte tener vinos de 3, 4 o 5 niveles de precio, pues obviamente producir vino en México es caro pero cada vez más, las bodegas que se van consolidando, empiezan a abrir su abanico y a segmentar sus productos para poder producir vinos en una escala de precio menor
¿Esto se traduce en una diversificación de productos? ¿Por qué sucede esto?
¿Por qué? Porque va ajustando los recursos que ya tienes para otra categoría de vino. Por ejemplo, las barricas nuevas para vino Premium que te pueden costar 800, 900 dólares cada barrica, las usas en el vino Premium pero ya las tienes y las puedes usar en tu vino medio o básico mediante un segundo o tercer uso. Entonces, así paulatinamente vas haciendo escalas en tu economía de bodega y vas haciendo vinos de menor costo.
Hoy en día la oferta de vino mexicano sigue estando entre los 480 – 580 pesos la mayoría pero ya en una escala de precio bajo de 280 pesos ya podemos encontrar muchas más cosas de los que no encontrábamos antes, eso también es un hecho. Lo que pasa es que no las vemos porque México ha tenido que luchar un poco con el tema de la distribución, la accesibilidad al producto es otro tema.
¿Tú crees que un vino de mesa mexicano puede ser superior a una bebida producida masivamente como el ron o el whisky?
Son categorías distintas, lo que te puedo decir es que el vino es más sano porque es un fermentado y los otros, son destilados. El proceso de producción de esos destilados es sumamente distinto porque son mezcladores. Generalmente son bebidas que tomamos con refresco, los cuales contienen otros ingredientes. La bebida más sana es el vino y es la mejor para comer dentro de esta gama, el vino es más neutro y el que mejor procesa la comida, es muy difícil pensar que vas a disfrutar una comida completa con una cuba. El vino es la bebida más sana y la más saludable para comer, sin duda.
Hay productores que promueven la idea de generar denominaciones de origen de los vinos del Valle de Guadalupe. ¿Apoyas esa iniciativa?
Estoy a favor, México está listo para promulgar denominaciones de origen, el país está en igualdad de condiciones de generarlas respecto a otras que ya se han hecho alrededor del mundo y que honestamente, son bastante polémicas. Pero no solo del Valle de Guadalupe, hay otras regiones, como Parras, Coahuila donde también se están haciendo las cosas muy bien.
¿En qué proyectos estarás involucrada en un futuro próximo y dónde podemos seguir las actividades que realizas?
Yo me dedico a dar conocer los grandes vinos de España en México. Cada región tiene producciones propias, como la de Rioja, Galicia y Rioja Montana.
También soy maestra tequilera y colaboro en la promoción del mezcal mexicano fuera y dentro del país, muy pronto daré una conferencia muy importante sobre el tema. No somos muchos haciendo lo que yo hago en el país y me parece que es un tema que hace falta desarrollar. Me pueden seguir en twitter como @sandravinos y en facebook como Sandra Fernández.