Santa Margherita, vinos con amor embotellado

En el mundo del vino también hay historias de amor que vencen al tiempo y se materializan dentro de una botella. Tal es el caso del romance entre Margherita Lampertico y el empresario Gaetano Marzotto, quien sentía un profundo amor por su esposa, por lo que en 1930 decidió bautizar a su naciente bodega vinícola con el nombre de: Santa Margherita

La apuesta de Marzotto con la vinícola Santa Margherita fue revitalizar la producción de vino en la provincia veneciana de Fossalta di Portogruaro, una parte abandonada de la campiña veneciana. Ahí, donde los ríos de los Alpes atraviesan las colinas en su camino sinuoso hacia la costa mediterránea, Marzotto creó tierras de cultivo y restauró la vinificación tradicional en lo que había sido una región de finos viñedos desde la época del Imperio romano.

El amor embotellado de Gaetano fructicó cuando las primeras añadas de Pinot Grigio comenzarón a embotellarse en la propiedad. El color amarillo paja, con sabor a manzana dorada y de aroma seco, hizo de este vino un éxito instantáneo que comenzó a popularizarse en los vinos en la región del Veneto

Desde entonces, Santa Margherita creció para abarcar viñedos en toda Italia, desde el Veneto hasta la Toscana, produciendo vinos distintivos como su famoso Pinot Grigio, el brillante Prosecco, su complejo Chianti Classico Riserva, su delicado Sparkling Rosé y su refrescante Stilrose.

El Stilrose nace en la Riviera del Garda (norte de Italia) y se elabora con las variedades de uvas Gropello, Barbera, Sangiovese y Mazermino. Esta región italiana es una de las zonas con mayor vocación para los vinos rosados en el mundo, debido a sus veranos largos y calurosos y sus inviernos cortos lo que favorece la producción de viñas abundantes. 


Santa Margherita Stilrose posee un sutil color rosado y tiene un aroma floral con notas frutales de naranja, fresas del bosque y ligeros toques de lichi y jengibre que lo hacen un vino elegante y complejo. Al paladar es fresco y vibrante, de gran dinamismo gracias a sus matices de bayas salvajes y dulces especias. 

Hoy en día, las etiquetas de la vinícola Santa Margherita se distribuyen en aproximadamente 85 países, gracias al prestigio de sus excelentes cepas y la pasión con que se producen sus excelentes vinos blancos y rosados. 

A través de etiquetas como el Pinot Grigio o el Stilrose, los vinos italianos de Santa Margherita confirman que el amor puede trascender al paso del tiempo, dejando a su paso vinos de excepcional calidad que nos dicen que el amor sí puede ser eterno y mejorar en cada año.