Baja Norte, motor de la industria vinícola y turística de México. Entrevista con Ives Lelevier

El consumo de vino en México ha crecido mucho en los últimos años. Hoy en día, nuestro país está a punto de superar la barrera de un litro per cápita, pero esa cifra, comparada con la de países europeos, donde se consumen alrededor de 65 litros por personal al año todavía es muy menor, lo que representa un enorme potencial para la industria nacional.

Afortunadamente, en México se hacen esfuerzos muy grandes para impulsar el crecimiento sostenido de la industria y del consumo interno. Sobre este y otros temas, platicamos con Ives Lelevier, subsecretario de turismo de Baja California Norte, el estado que marca la pauta no sólo en cuanto a impulso a la industria vitivinícola, sino en términos de turismo sustentable.

¿Cómo entienden en Baja California Norte el crecimiento de otras regiones vitivinícolas en el país?

Si bien Baja Norte sigue siendo es el principal productor de vino en el país, yo creo que hay otros estados que también están haciendo esfuerzos muy importantes para impulsar la industria nacional. En Baja Norte entendemos que no se trata de ser los únicos, al contrario, creo que sumar esfuerzos nos enriquece a todos. El crecimiento de la industria en Querétaro, Guanajuato y Coahuila es para nosotros muy importante porque confirma el interés del mercado nacional en los vinos mexicanos.

Hoy en día, Baja Norte produce alrededor del 80% de todo el vino mexicano, que por cierto son vinos de elevadísima calidad. Hoy en día ya no se cuestiona si estamos al nivel de otros países del mundo, pero nuestro desafío seguirá siendo el competir en precio, ahí si tenemos un gran desafío, pero resolver ese tema también va a requerir del trabajo en conjunto entre productores y gobierno. Y no sólo del ejecutivo, el poder legislativo también tiene mucho que hacer por el vino, que es uno de los productos más castigados en cuanto a impuestos. Ahí yo creo que tenemos mucho por hacer. 


Actualmente, los valles vinícolas de Baja Norte producen 8 de cada 10 vinos que se consumen en el país. ¿Tienen la capacidad de incrementar su producción para satisfacer una creciente demanda?

Para poder incrementar la producción de vid y por consiguiente del vino mexicano, necesitamos agua. Baja California es un estado árido, pero hay dos proyectos muy interesantes para irrigar nuestros viñedos. Uno es comenzar a explotar el recurso que tenemos ahí en el mar, empezar a desalinizar el agua para llevarla a los valles que producen vides y a las ciudades, pero principalmente para poder alimentar los mantos friáticos que hay en las zonas productoras de vino.

Y la otra es un proyecto muy vanguardista que ya se implementa en otras partes del mundo: la reutilización del agua. En los siguientes dos años llevaremos las aguas tratadas de Tijuana hacia los valles productores de vid, particularmente al valle de Guadalupe. Y es que Tijuana arroja al mar más de 65 millones de metros cúbicos de agua al año, estamos desperdiciando un recurso increíble, que otros países en el mundo aprovechan de manera extraordinaria. El proyecto que vamos a implementar nos va a permitir aprovechar el recurso e incrementar el número de hectáreas de vid que se cultivan para que sigamos teniendo más vinos y de mejor calidad. 

Volviendo al tema del vino, ¿cómo recibe Baja Norte la creación de la marca colectiva Vino Mexicano promovida por el Consejo Mexicano Vitivinícola?

Yo creo que es crucial, el crecimiento del vino mexicano no se puede desarrollar de manera aislada, no podemos pensar que estamos compitiendo con Guanajuato, Querétaro, Coahuila, al contrario yo creo que tiene que ser un esfuerzo de carácter colectivo y va a ser la única manera de enfrentarlo y puntualmente tener un desarrollo que nos permita competir con los grandes productores del mundo europeos y de América Latina como es el caso Chile y Argentina.

La única manera de poder avanzar exitosamente es hacer un trabajo colectivo. Yo creo que ya hay cosas que se han hecho que son importantes, los pasos iniciales que nos pueden dar la pauta a avanzar hacia ese desarrollo, uno de esos es que ya tenemos un marco normativo, una ley especifica que esta orientada a alentar, estimular, e impulsar la producción de vid y de vino en México, eso fue un paso importantísimo y que dicho sea de paso, lideró el gobernador de Baja California en su paso por el Congreso de la unión.

Tener una marca colectiva es algo complejo, porque no todo mundo está de acuerdo con lo que implica, hay que encontrar los espacios para el diálogo y eventualmente encontrar un esquema que a todo mundo satisfaga. Pero bueno, si queremos que esto prospere y crezca, lo vamos a tener que hacer, la única manera es coordinándonos, hablándonos, dialogándolo, no hay de otra. 

¿Cuáles son los pasos que está tomando Baja Norte para consolidar el crecimiento de la industria del vino mexicano?

Para nosotros lo más importante es estimular el consumo doméstico. Ojalá en algún momento lleguemos a considerar al vino como un alimento, porque auténticamente lo es, hacia allá debemos de transitar, para mi eso es lo primero y después, por supuesto, aprovechar las oportunidades que existen para llevar también el producto a  otros mercados como el asiático. Aprovechar la conectividad que tenemos con China, un mercado con más de mil millones de consumidores en el que podemos empezar a colocar estos productos. Ya tenemos bodegas que están exportando sus productos a Estados Unidos de manera exitosa y también a Europa, yo creo que lo podemos encontrar nichos de mercado específicos, pues el consumidor de vino siempre está buscando experimentar y conocer los vinos de una nueva región. Es ahí donde tenemos la oportunidad, no solamente colocar el vino como un producto de consumo, sino también como un producto turístico, eso nos da una oportunidad de crecimiento extraordinaria. 

Finalmente, ¿cuál es el futuro de la industria vinícola y turística ante el paradigma del nuevo régimen y sus políticas de austeridad en temas de promoción?

Yo lo platicaría desde 2 perspectivas, la primera es en el ámbito nacional, me parece que ahí tenemos que hacer ciertas reconsideraciones porque algunas decisiones que se han tomado, específicamente hablando de turismo creo yo que no han sido acertadas. El alejarnos de todos los esfuerzos que se habían hecho para posicionar a México como marca turística creo que no manda un buen mensaje al resto del mundo y ya lo empezamos a observar, porque los primeros meses del año no han arrojado muy buenas cifras para el turismo en el país. Necesitamos reconsiderar modelos que se pueden adoptar sin alejarnos de las medidas de austeridad, pero tenemos que invertir en donde se tiene que invertir, esa parte no la podemos descuidar. Todos los países del mundo invierten en turismo y si no lo hace México, lo hará alguien más, siempre habrá alguien dispuesto a hacerlo.

Yo creo que localmente se entiende de manera muy clara la importancia que registra el turismo como motor económico de Baja California. Recientemente tuvimos un proceso electoral en el que se renovó el congreso, las alcaldías y la gubernatura del estado, vamos a ver qué estrategia adopta quien venga a gobernar el estado. Espero que comprenda la importancia de mantener las actividades productivas como la vitivinicultura y el turismo. Yo entiendo la importancia de destinar recursos a las actividades sociales, pero finalmente, un estado no puede prosperar si no hay un desarrollo económico y el enoturismo es un motor imprescindible para Baja California