Doce pasos, vinos elaborados sobre vestigios del imperio romano

Los fértiles valles vitivinícolas de Italia heredaron a la civilización humana una antiquísima tradición en técnicas de vitivinificación que se remonta a tiempos anteriores al imperio romano. Producto de esta herencia cultural, los buenos vinos de la viña italiana son apreciados en todo el mundo no solo por su calidad, sino por su historia.

No es exagerado afirmar que en los viñedos italianos se respira la historia vitivinícola del imperio romano, pero encontrarla a ras de suelo no es algo que ocurra todos los días. El pasado mes de mayo, un grupo de arqueólogos italianos encontró un impresionante mosaico romano del Siglo III en el viñedo de una antigua Villa de la ciudad de Negrar di Valpolicella.

Los arqueólogos encontraron el sitio por primera vez en una zona montañosa sobre la ciudad en 1992, pero luego fue abandonado. Un equipo del Superintendente de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de Verona regresó al lugar en octubre pasado, pero su búsqueda se suspendió cuatro meses después debido a la pandemia del coronavirus. Hace un mes, reanudaron los trabajos y finalmente dieron con el hallazgo en medio de un viñedo.

En este lugar trabaja Juan Pablo Grassi, un viticultor y winemaker argentino que elabora vinos de autor en Estados Unidos y desde 2014, en el valle vinícola de la Valpolicella. Sus padres son italianos y gracias a este vínculo comenzó a hacer vinos en la región, famosos por el Recioto y el Amarone. Este año, su bodega 12 Pasos embotellará la primer partida de su etiqueta Veneto Passito, un vino muy exclusivo con cinco año de barrica y con una producción limitada a mil botellas.

“¿Te imaginas? No solo estoy elaborando mis vinos en una tierra con más de dos mil años de historia de vino sino que las plantas del viñedo, literalmente crecen sobre las huellas del pueblo romano”.


El viñedo donde crecen las uvas con las que se hacen los vinos de Juan Pablo es único en el mundo. La noticia del mosaico romano que apareció intacto a unos centímetros de sus plantas de vid ya ha dado la vuelta al mundo y gracias a este suceso pudimos contactarlo para conocer la historia desde su perspectiva.

“Hace unos meses vinieron del instituto de historia a hacer mediciones y excavaciones  a partir de las lecturas de un aparato de resonancia porque tenían las dudas de que justo debajo del viñedo se encontraran los restos de un gran palacio real.  A dos metros de donde excavaron apareció un piso bellísimo y extraordinario porque está completo y totalmente intacto. Yo conocía de viñedos en los que han aparecido algunas piedras con escritos romanos en ellas, pero un mosaico completo como el que se encontró aquí es único en el mundo por la calidad de la pieza. Actualmente la excavación fue cerrada y muy probablemente el viñedo será cortado en esta zona para poder mostrarlo al público  porque es un hallazgo muy llamativo y sería fantástico poder compartirlo con el mundo”.

Juan Pablo no oculta las emociones encontradas que le provoca el hallazgo. Aunque no sabe a ciencia cierta qué pasará con su viñedo, por el momento sigue trabajando en sus vinos, como lo ha venido haciendo desde hace varios años con el empeño y amor por la tierra que caracteriza a los vitivinicultores.

“No se qué pasará, porque acá ya nos taparon todo, pero por el momento podemos seguir trabajando. Estos viñedos estaban abandonados y yo me he encargado de levantarlos. Aunque tengo una parte accionaria, las tierras pertenecen a otra persona y yo las trabajo. Acá se acostumbra a trabajar en ellos como si fuera un alquiler. Estas cepas fueron plantadas y renovadas en 1984, tenemos variedades como Corvina, Rondinella y Molinara que son las cepas típicas para vinos tintos de la Valpolicella. Además, desde hace ocho años yo estoy experimentando con una etiqueta llamada “Veneto Passito” que se elabora con un variedad nueva que se llama Revo, una mezcla de la antigua variedad Teroldego que se cultiva en el limite entre Austria e Italia, mezclada con el Merlot de Burdeaux de Francia”.

El pasado mes de mayo, un grupo de arqueólogos italianos encontró un impresionante mosaico romano del Siglo III en el viñedo de una antigua Villa de la ciudad de Negrar di Valpolicella. En este lugar se elaboran los vinos Docepasos del winemaker argentino Juan Pablo Grassi, con quien platicamos para conocer la historia de este viñedo único en el mundo.

Aunque la región de la Valpolicella antigua es famosa por sus vestigios romanos, no es fácil encontrarlos. Muy cerca del viñedo de Juan Pablo, en la región del lago de Garda, se encontraron los primeros viñedos de la época de los romanos, por lo que las excavaciones arqueológicas son comunes en la zona, pero dar con un viñedo sobre los restos de un palacio romano no es algo que se encuentre todos los días.

“En esta zona hay escritos desde el año 436 que registran el método de apassimento de las uvas, un proceso que se usa para hacer el Amarone o el Recioto que son dos uvas que se ponen en parceras durante tres meses para que tomen azúcar y se elaboren estos vinos tan famosos. Hay registros del año 436 de Cassidoro que era un ministro del rey Teodorico de Italia. Esta es una zona romana por excelencia, aquí en la región las autoridades llevan cerca de 100 años investigando vestigios antropológicos. En la región del lago de Garda, que lo tenemos muy cerca, estaban los primeros viñedos de la época de los romanos, así que este tipo de hallazgos son frecuentes en la zona”.

Al cierre de la charla, Juan Pablo comparte con nosotros la alegría que le produce que sus vinos puedan conocerse en todo el mundo a partir del hallazgo romano en su viñedo. Por lo pronto, ya se prepara para embotellar y promete traernos a México sus vinos elaborados sobre vestigios romanos el próximo año..

“Me emociona mucho la idea de embotellar el Recioto y el Veneto Passito en el que hemos trabajado tanto y poder presentarlo a México personalmente el año entrante.”