Bodegas Santa Julia a la vanguardia en vinos de calidad y prácticas sustentables

Como la mayoría de las industrias agrícolas, la vinicultura es una actividad productiva que tiene un impacto en el entorno. Afortunadamente, cada vez  son más las empresas alrededor del mundo que entienden su responsabilidad con la tierra y promueven acciones en busca de mitigar las afectaciones al medio ambiente y a las comunidades rurales donde se instalan sus bodegas y plantas productivas.

Tal es el caso de Bodega Santa Julia, una vinícola argentina perteneciente a la familia Zuccardi, un apellido de peso en la vinicultura argentina y sinónimo de calidad en todo el mundo. Creada a inicios de los noventa y bautizada en honor a Julia Zuccardi,  hija de José Zuccardi y nieta del Ingeniero Alberto Zuccardi, Bodega Santa Julia representa el compromiso de la familia por alcanzar altos estándares de calidad mediante prácticas sustentables que contribuyen  al cuidado de la naturaleza y a las comunidades de los valles vinícolas de Mendoza en Argentina.

En el marco del día mundial de la tierra, Bodegas Santa Julia dio a conocer en México dos vinos de su línea Varietales: Malbec y Cabernet Sauvignon en la que comunicó sus logros como el productor orgánico #1 en la región gracias a prácticas como la elaboración de fertilizantes naturales para sus suelos como la composta (10.000 toneladas al año) y el Humus de Lombriz adicional a la plantación de Verdeo (cebada, centeno, vicio y sorgo) para la salubridad de sus suelos.

“Mi abuelo tenía una conexión muy fuerte con la tierra, siempre estaba hablando del cuidado de la naturaleza. Aunque él era un ingeniero originario de Tucumán, llegó a Mendoza para comercializar un sistema de riego que ayudó a aprovechar al máximo el agua. A principios de los noventa es cuando surge Santa Julia; como yo soy la única mujer me tocó el honor de llevar el nombre de la bodega, que desde entonces ya tenía esta identidad de cuidado por la naturaleza”.

Julia Zuccardi, responsable de experiencias enoturísticas en bodega Santa Julia.

Los vinos de Santa Julia son responsabilidad del enólogo Rubén Ruffo, quien desde hace 20 años está al frente de la enología en las bodega. Hoy en día, el equipo a su cargo supervisa un amplio rango de viñas entre las que destacan el malbec y el cabernet sauvignon.


Además de sus prácticas ambientales, la Bodega cuenta con un Centro Cultural brindando la oportunidad a trabajadores y no trabajadores de Santa Julia de disfrutar de salones de usos múltiples, una biblioteca, salas de computación y un gimnasio; cuenta también con un Jardín Maternal y un taller de costura para las esposas de los colaboradores y un programa destinado a apoyar a los cerca de 900 trabajadores de la empresa a terminar sus estudios durante la jornada laboral.

Aunque no es parte de sus políticas de responsabilidad social, la equidad de género también es muy importante en la química en Santa Julia.

“La particularidad de esta empresa es que las mujeres siempre han estado muy presentes, comenzando con mi abuela, que siempre acompañó a mi abuelo y continuando con mi mamá, que hoy es gerente comercial del mercado argentino. Después entro yo en la parte del enoturismo y la hospitalidad junto con toda una generación de mujeres enólogas y profesionales que hoy en día son protagonistas en las bodegas de la familia Zuccardi. Te puedo decir que las mujeres en la empresa no sentimos ningún tipo de discriminación y que hoy en día, en el valle de Mendoza, las mujeres están tomando un rol más protagónico”.

Julia Zuccardi, responsable de experiencias enoturísticas en bodega Santa Julia.

La calidad, la innovación, el cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad son los cuatro valores básicos en el ADN de Santa Julia, que hoy cuenta con 300 hectáreas con certificación orgánica, una planta de tratamiento y fuentes de energía solar, así como  procesos para que en su planta de embotellado y empacado se aprovechen al máximo todos los recursos.

Con todas estas acciones, Santa Julia confirma su liderazgo en el cuidado del medio ambiente en latinoamérica y resulta una opción excelente para todos los amantes de los buenos vinos que privilegian a bodegas con prácticas sustentables con el medio ambiente.