Si hay un oficio percibido como un proceso esencialmente tradicional, esa es la vitivinicultura. Sin embargo, al igual que el resto de las actividades de producción agrícola, la industria del vino ha experimentado cambios radicales en sus procesos a causa del inminente cambio climático que afecta a una buena parte de los valles vinícolas del planeta.
Para enfrentar dichos retos, viticultores de todo el mundo están apostando por la digitalización de sus procesos aprovechando las nuevas herramientas que ofrece la inteligencia artificial.
VINICULTURA DE PRECISIÓN
La inteligencia artificial, el internet de las cosas y el Blockchain están ayudando a optimizar la producción de vinos en un concepto llamado Vinicultura de precisión.
Por el momento, el uso principal de la Inteligencia Artificial es optimizar el consumo de recursos hídricos, detectar factores de riesgo en el terroir del viñedo y controlar las enfermedades de la vid con usos mínimo de pesticidas.
Varias bodegas de Estados Unidos, Australia y Europa ya usan dispositivos de monitorización de condiciones climáticas y de telecontrol de riego, permitiendo monitorizar en tiempo real un cultivo en España desde Estados Unidos y viceversa. Se estima que gracias a estos procesos, puede ahorrarse hasta un 30% de agua en cada ciclo del viñedo.
DRONES Y TRACTORES AUTÓNOMOS
Gracias a un software que se apoya en recursos de observación satelital, los agricultores pueden conocer la temperatura y humedad del terreno para detectar las zonas que requieren mayor o menor irrigación, deficiencias de nutrientes o brotes de plagas.
En algunos casos la inteligencia artificial, tiene la facultad de desplegar por sí sola, drones de observación de conducción autónoma hasta las partes más remotas del viñedo o incluso enviar tractores a zonas del viñedos que requieren una atención específica.
AGRICULTURA INTELIGENTE
Hoy en día, la agricultura inteligente tiene la capacidad de reducir notablemente el uso de insumor y recortar el número de desplazamientos humanos.
Las principales ventajas de la digitalización del campo son :
- Planificación de sus labores de forma más eficiente.
- Prevención de enfermedades de las plantas, gracias a algoritmos de Inteligencia Artificial.
- Optimización del tiempo de gestión y los recursos.
- Aplicación de productos fitosanitarios con precisión y de forma selectiva.
- Adecuación de procesos de producción, para reaccionar ante imprevistos y cambios en el entorno.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL ENFOCADA AL CONSUMIDOR FINAL
La Inteligencia Artificial también está ayudando a los consumidores, a elegir los vinos más apropiados a su paladar gracias a aplicaciones como Vivino, que aprenden de la información que cada usuario le otorga de manera muy general hasta crear un perfil gustativo muy específico. De la misma forma que Spotify nos recomienda una canción, Apps como Vivino pueden recomendarte el vino más apropiado según su conocimiento enófilo y tus gustos personales.
Los algoritmos que genera la inteligencia artificial también se aprovechan para crear proyecciones a futuro sobre los gustos de los consumidores según su perfil de edad, su ubicación geográfica y su poder adquisitivo. Toda esta información resulta esencial para los bodegueros, pues pueden tomar mejores decisiones respecto a la creación de futuras añadas creadas para atender las nuevas tendencias y la demanda de los diferentes mercados.